García Meza: “honra, apellido, familia”
Desde que leí la semana pasada la noticia de que el
Tribunal Supremo Electoral había aceptado el recurso del abogado del
ex-dictador Luis García Meza para que se retirara su imagen de una propaganda
política, no dejo de tener el estómago revuelto. Ignoro el oscuro brazo
perverso que esté detrás del TSE y de tan desafortunada decisión; la historia
se encargará de desenmascararlo y juzgarlo en su momento.
Es claro que la estrategia de "blanqueamiento"
del ex-dictador consiste en ir cambiando su imagen de militar asesino vinculado
con el narcotráfico, por un viejo enfermo y ahora injustamente prisionero que
impulsó un gobierno de “renovación nacional” (basta revisar las barbaridades
escritas en Wikipedia sobre su
persona). Pero sólo los oídos necios pueden escuchar tales alegatos, y sólo sus
cómplices apoyar semejante empresa. No es nuevo, lo mismo sucedió en Argentina
con Videla, en Chile con Pinochet y en Bolivia con Banzer -tal vez el que mejor
logró su cometido-. No lo logrará, la justicia llega, y los familiares de las
víctimas no se callan, no nos callamos.
Hay que recordar que Luis García Meza dio un golpe
de Estado el 17 de julio de 1980, es responsable de la muerte de Marcelo
Quiroga Santa Cruz, del genocidio en la Calle Harrington y otras múltiples
atrocidades por las cuales fue juzgado y condenado a 30 años de cárcel sin
derecho a indulto. Montó un aparato paramilitar llamado "Servicio Especial
de Seguridad" que salía en ambulancias a buscar militantes de izquierda.
Todavía se me eriza la piel cuando paso por una pequeña calle en Sopocachi
donde estaban estacionadas sus vagonetas, o cuando rememoro el miedo que
sentíamos porque vengan a casa y destrocen todo. Todavía recuerdo con
inquietante claridad la imagen de Luis Arce Gómez, su Ministro del Interior,
decir en la televisión que teníamos que “andar con el testamento bajo el
brazo”. Yo tenía diez años, pocos para tener que aprender qué era un
testamento.
El argumento del TSE es de broma. Un vocal
dijo: “Se votó en consenso. Es un aspecto de carácter legal, porque
cualquier reo solo pierde el derecho a la locomoción. No se puede usar la
imagen de una persona (cuando afecta) el ejercicio pleno de sus derechos”, y se
sostiene que se estaría vulnerando su "honra, apellido y familia".
Primero me llama la atención el “consenso”: ¿todos estuvieron de acuerdo?
¿Es que ese Tribunal no leyó nada de historia de Bolivia? ¿No hay nadie que dé
la cara por los muertos? ¿Nadie que los recuerde y que les rinda homenaje?
¿Nadie que reconozca que si no hubiera sido por ellos, por su vida y
sacrificio, el TSE y la democracia en el país no existirían?
En ningún momento en el spot se vulnera la
"honra, el apellido y la familia" del ex-dictador. La honra la perdió
hace rato cuando decidió violar todas las normas de la democracia, cuando se
convirtió en asesino y mandó a matar a tanta gente. García Meza perdió la
dignidad varios años atrás, y no ha hecho ningún esfuerzo para recuperarla. El
apellido él mismo lo ensució con sangre, tendrán que pasar décadas y nuevos
nombres para limpiarlo. Por supuesto que su proceder no salpica automáticamente
a sus parientes, nadie escoge a su familia -lo sabemos bien- y cada uno es
responsable de sus actos. Lo que me queda claro es que mostrar la foto del
ex-dictador -en tiempo de campaña política o no- no afecta ningún derecho humano,
no es una calumnia, ni siquiera una agresión personal y mucho menos familiar.
Es simplemente un repaso por los hechos del pasado. ¿Cómo pretende el
Tribunal hacernos creer que este caso se trata de "un aspecto de carácter
legal" cuando a todas luces hay una intención política en su
resolución?
¿Qué quiere ahora García Meza –y el Tribunal-, ser
recordado como un demócrata, visionario, estatista? ¡Por favor! Sólo
veamos -por elemental que parezca- cómo se define un tirano en el diccionario
de la Real Academia: "Dicho de una persona: que obtiene contra
derecho el gobierno de un Estado, especialmente si lo rige sin justicia y a medida
de su voluntad. Dicho de una persona: que abusa de su poder, superioridad o
fuerza en cualquier concepto o materia, y también simplemente del que impone
ese poder y superioridad en grado extraordinario". Tras tan simple
descripción, ¿quién se atreve a decir que García Meza no fue tirano?
Que el candidato a la presidencia Juan del Granado
utilice la imagen histórica de García Meza en una propaganda, es asunto suyo.
Se puede estar a favor o en contra de Juan, ese no es el punto, aunque no nos
haría mal recordar que fue él, efectivamente, quien con una valentía y coraje
de otros tiempos impulsó el Juicio del Siglo cuando todo estaba en contra y
logró meter en prisión al ex-dictador. Quienes fuimos víctimas de la dictadura
-y en general toda la sociedad boliviana-, no podemos si no estar por siempre
agradecidos por su honesto proceder. Pero el tema aquí es que se censure una
fotografía que pertenece a la historia política nacional, que se quiera borrar lo
que realmente sucedió en el país en aquellos años de terror.
No voy a narrar la historia tantas veces contada
del asesinato de mi padre, Luis Suárez Guzmán el 15 de enero del 1981, cómo
encontramos su cuerpo torturado, destrozado, cómo nos amenazaron posteriormente
durante meses. No voy a traer las lágrimas de la ausencia. Pero que sepa García
Meza, el Tribunal Supremo Electoral y la nación, que mientras tengamos un
suspiro más de vida, no nos quitarán la palabra. Se llevaron a mi padre, no se
llevarán su memoria.
Publicado en suplemento Ideas de Página Siete (La Paz, Bolivia), 5/10/2014
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Carmen